sábado, 21 de julio de 2007

biografia de rambaldi

Nacido en Parma en 1444, Rambaldi fue educado por los monjes de la orden Vespertina y, hasta los doce años, trabajó como pintor, escultor y estudiante de arte. Fue presentado ante el Cardenal Alejandro de la Iglesia Católica Romana. Durante sus viajes a Roma a los 18 años fue contratado como arquitecto, asesor y profeta privado cuando el Cardenal Alejandro se convirtió en Papa en 1492.
A pesar de que su benefactor deseaba ver a Rambaldi prosperar, durante toda su vida Rambaldi y su trabajo fueron ocultados por mandato del Archediácono Claudio Vespertini, que temía las implicaciones revolucionarias de las tecnologías definidas en el sistema de creencias de Rambaldi. Solicitó entonces la posesión y finalmente eliminación del trabajo de Rambaldi. Él discutió con Alejandro VI sobre este asunto al tiempo que el Papa fallecía en 1503.
Vespertini ordenó que el nombre de Rambaldi fuese “lavado” de todos los monumentos y edificios durante el periodo desde 1470 hasta 1496. En ese tiempo ordenó que el ingeniero del Papa fuera excomulgado por hereje, su taller en Roma fue destruído y fue sentenciado a morir en la hoguera por la declaración de Rambaldi de que algún día la ciencia nos permitiría llegar hasta Dios.
Milo Rambaldi falleció en el Invierno de 1496 sin dejar esposa ni descendencia.
Poco tiempo después de la muerte de Rambaldi un segundo taller secreto fue descubierto en San Lázaro, fue sistemáticamente destruido por agentes del Vaticano.
En un intento por desacreditar su trabajo e influencia, sus planos y bocetos fueron vendidos y subastados por poco valor durante una subasta privada.
Desde el siglo XV rastros del enigmático trabajo de Rambaldi han aparecido en lugares cercanos a Italia, Francia, el este de Europa y la antigua Unión Soviética, así como en el almacén de un museo en Waterbury, Connecticut en 1921.
Los diseños de muchos de sus dibujos no han sido aclarados aún y han inspirado algunas falsificaciones impresionantes.
Rambaldi ha sido llamado uno de los predecesores de la era digital por su implicación en un “lenguaje de máquinas” en 1489 creado a partir de algoritmos encriptados y su uso en una especie de códigos binarios de unos y ceros.
Muchos de sus dibujos y documentos fueron escritos en una lengua híbrida de italiano y demótico y con mezclas de símbolos premasónicos.
Rambaldi creó la más temprana filigrana en todos sus papeles, conocídas como el ojo de Rambaldi. Y que sólo puede ser descubierta por el ojo humano al ser expuesta a una luz negra. Todas sus hojas fueron hechas a mano con una fibra de un polímero único (similar a la piel de la cebolla) y poseen una consistencia que ha perdurado intacta a través de los tiempos hasta nuestra era, a veces incluso en condiciones adversas. Su marca (el ojo de Rambaldi) ha sido la única forma de detectar las hojas verdaderas de las falsificaciones.
Los documentos que interpretaban los diseños y enseñanzas de Rambaldi fueron buscados con fervor durante el Tercer Reich, durante la insaciable búsqueda de Adolf Hitler de conocimientos de ocultismo y profecías. Durante este periódo el adjetivo “Nostravinci” formó parte del vocabulario privado del fuhrer. Una forma de referirse secretamente a Rambaldi cuando el deseo de obtener su obra era muy competitivo.
El trabajo de Rambaldi, en nuestros días, continua sin ser formalmente publicado debido a la prohibición internacional que pesa sobre el nombre de Rambaldi.
En 1988 un rudimentario esquema desenterrado en casa de un coleccionista privado en Brasil mostraba el diagrama de un comunicador vocal transportable, revelando así el diseño de la tecnología de un teléfono móvil contemporáneo.
En Marzo de 2001 una historiadora y criptóloga rusa descubrió uno de los primeros diseños de Rambaldi datado en el 1460, localizado en una colección particular en Madrid. En este dibujo ella identificó un prototipo que reflejaba las propiedades y composición del diseño de un transistor del siglo XX.
Los restos de la obra de Rambaldi han quedado olvidadas y la mayoría ha sido destruida, con tantos manuscritos que Rambaldi escribió durante los 54 años de su vida.

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